Latidos que desgarran, que se convierten en una fina cuchilla, en un pedazo de sentimiento, en una espina de bestialidad, en un susurro de oscuridad, en un golpe de viento...
Amarte, morderte, chuparte, lamerte, olerte, besarte, penetrarte, arañarte, babearte, gemirte y llevarte al placer extremo de nuestros cuerpos, a la fundición de serpientes, a otra vía láctea...