jueves, 21 de julio de 2011

¿Dónde se quedo la magia que nos hizo sentir?

Demasiado tiempo para aprender a desaprender lo aprendido, para deshacer y volver a caminar, demasiado tiempo para estar bajo la luz de la luna sin encontrar esa luz de estrella fugaz que te haga saltar desde el precipicio en busca de Sebastián. Demasiado tiempo para nada, nada es demasiado tiempo, todo es tan absoluto que en absoluto tendré todo. Ser un ser insaciable, letal, serpiente de recovecos llévate el espíritu que sobre este corazón danza... Porque ya nada es como se soñó, demasiados sueños para acabar asfixiandose en noches de tristeza, en desesperaciones, lágrimas y trozos sin tierra. Llévate cuanto puedas por delante, porque la vida no es vida si no un conjunto de sueños que se quieren suicidar.