martes, 8 de junio de 2010

pensé...

Pensé contar el viaje a Finisterre y luego a Santiago pero... me quedo con las palabras guardadas, encerradas bajo una cajita sin llave, bajo un trozo de madera de corcho, bajo telarañas que iran apareciendo del tiempo.

De verdad, Jack y Tom tenían que flipar, más aún Jack, que recorrío kilómetros viendo catedrales e iglesias, trabajando en la piedra, conociendo gentes y adquiriendo conocimientos. Un libro bastante completo, como la vida y su transcurso... me quede con ganas de leer más.

Ahora empiezo la Ladrona de libros de Markus Zusak... ahí buscaré la ternura y el dolor, la vida y la imaginación, la soledad y el amor.

Feria medieval_Santiago de Compostela

Desconocimiento_Oscar Aldonza Torres_Escultor

1710,4 km.

Alucinada ante esa gran inmensidad. Finisterre.
El final de la tierra creían los Romanos, y caminan los peregrinos hasta el final de su meta.
La húmedad, el viento, el olor a mar, el sonido de las olas y de las gaviotas, la tranquilidad, la libertAd...


Y me acorde de él,
de cuando soñábamos con viajar
y viajabamos en nuestros sueños
y en nuestros delirios,
en nuestros deseos...

¡Qué tiempos aquellos,
tan lejanos,
y a la vez tan tangibles!

Sin poder tocar el recuerdo
mas si lo intento me quemo,
rabio, roo, bufo, aullo,
lloro, lamento, sufro,
desespero, rompo,
exploto, grito
y me enveneno.

Atrapada y amamantada
por la Soledad,
por la soledad de los recuerdos,
por los sueños dormidos,
y por la vida que falta por vivir.
.
El mar es la libertad, el deseo, los sueños, la calma, el sosiego, la paz...