jueves, 4 de marzo de 2010

ser

Una cuerda al cuello, las manos atadas, los pies con cadenas y una mirada pícara a la vez que niña penetra en mis ojos. Te quise desde que rompiste mi límite, desde que destapaste mis ojos y vi más allá de lo que solía ver. Tenías ventaja, conocías el mundo en el que me adentraba y me guiabas despacito, hasta que salte los límites, y te deshiciste de mí como mejor pudiste, ya no te era válida, no me podías controlar. Ahora que te tengo atada, quiero que experimentes todo el placer que un animal puede darte, desde hacerte llegar al extremo álgido hasta el dolor más extremo. Arrancare un trozo de tu ser para terminar. Después, sin control, quedarás desatada de todo límite.

2 comentarios:

  1. Lo sueltas todo! Me he sumado yo también a plasmar mis desvaríos en mi nuevo blog. Pasate luego si quieres.

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