Latidos que desgarran, que se convierten en una fina cuchilla, en un pedazo de sentimiento, en una espina de bestialidad, en un susurro de oscuridad, en un golpe de viento...
martes, 4 de enero de 2011
Esa gran masa negra recorriendo cada recoveco de la cabeza, golpea en sogas vacías, esquiva la pesadez de la vida, poco a poco llega a convencerse que no hay luz sin ese momento de oscuridad y arrastra a la profundidad de la decadencia cíclica.
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