martes, 8 de junio de 2010

pensé...

Pensé contar el viaje a Finisterre y luego a Santiago pero... me quedo con las palabras guardadas, encerradas bajo una cajita sin llave, bajo un trozo de madera de corcho, bajo telarañas que iran apareciendo del tiempo.

De verdad, Jack y Tom tenían que flipar, más aún Jack, que recorrío kilómetros viendo catedrales e iglesias, trabajando en la piedra, conociendo gentes y adquiriendo conocimientos. Un libro bastante completo, como la vida y su transcurso... me quede con ganas de leer más.

Ahora empiezo la Ladrona de libros de Markus Zusak... ahí buscaré la ternura y el dolor, la vida y la imaginación, la soledad y el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario