martes, 1 de junio de 2010

p.1070,1071. Los Pilares De La Tierra.

<... El remanso junto a la cascada tenía menos de un metro de profundidad. Aliena se sumergió en el agua. La sentía deliciosamente fresca sobre su piel ardorosa, y se estremeció de deleite. Jack llegó junto a ella. No había espacio para nadar. El remanso sólo tenía pocos metros de anchura. Jack puso la cabeza debajo de la cascada para quitarse del pelo el polvo de la piedra. Aliena se hallaba a gusto en el agua, que la aliviaba del peso de su embarazo. Hundió la cabeza.
Al emerger de nuevo para respirar, Jack la besó.
Aliena balbuceó y rió, enjugándose los ojos. Extendió los brazos para mantener el equilibrio y una de sus manos se cerró sobre un duro vástago que sobresalía erecto entre las piernas de Jack. Gimió de placer.
- He echado de menos esto -susurró Jack al oído. Tenía la voz ronca por el deseo y por alguna otra emoción, tal vez tristeza. Aliena notaba la garganta seca por ese mismo deseo.
- ¿Vamos a romper nuestra promesa? -le preguntó.
- Ahora y por toda la eternidad -respondió el. ...>

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